su belicosa imagen
una vez concebida
no dejaba
el emplomado suelo
a pesar de las veces
que la acosaba
hasta el olvido
Pintar sobre él no producía ningún efecto
Seguía saliéndose
por la madera y el lienzo
y así como salía le gritaba
una terrible nana
donde cada cama era una sepultura
minada por despertadores no terrenales
que vocifera horriblemente
para amantes y durmientes
No hay comentarios:
Publicar un comentario